Dentro y fuera: dos palabras que nos muestran mundos diferentes en los que inspirarnos

La película Fuori

Hace poco tuve la oportunidad de ver la película «Fuori», una obra que me hizo reflexionar sobre cuestiones fundamentales como la justicia, la sociedad, la autenticidad de las relaciones y el valor de la solidaridad.

Las protagonistas son mujeres que se conocen en la cárcel de Rebibbia (Roma) en los años ochenta. Entre ellas se crea un fuerte vínculo de amistad, intimidad, solidaridad y apoyo mutuo que perdura incluso cuando salen.

 Para estas mujeres, el interior y el exterior no distan mucho: dentro de la prisión encuentran apoyo, sueños compartidos y un sentimiento de pertenencia. Fuera, sin embargo, a pesar de su libertad, se enfrentan a la soledad y la indiferencia de una sociedad a menudo insensible a sus deseos. Su único consuelo es la alegría de encontrarse en un mundo que parece haberlas alejado. Se encuentran y recuerdan con nostalgia los momentos que pasaron juntas.

Lo que más me ha impresionado de estas mujeres es su profunda humanidad, sus emociones contrastadas: la alegría de vivir, la necesidad de normalidad, pero también el deseo de escapar, de romper con las convenciones y lo ordinario.

Ambientadas en una Roma de los años 80 que conocí bien, estas historias me hicieron revivir espacios familiares, una alternancia de dentro y fuera que en la película no se limita a mostrar los lugares físicos de la ciudad, sino que se refleja sobre todo en la vida interior de las protagonistas y en su cotidianidad. Es un análisis delicado y profundo de su intimidad, de las emociones que experimentan, de la alegría al dolor, de las ganas de vivir al deseo de escapar de un mundo que no las comprende.

Más allá de la película y más allá del significado lingüístico

Esta película pone en el mismo plano dos realidades y significados aparentemente opuestos, el “adentro” y el “afuera”, y me ha inspirado una reflexión: el mundo «exterior» y el mundo «interior» no tienen por qué chocar, ambos pueden convertirse en fuente de enriquecimiento, desarrollo y oportunidades.

Puedo elegir fuera lo que está en consonancia con lo que tengo por dentro, como si estuviera en un jardín y eligiera las flores y los aromas que más me atraen.

Ahora entiendo que «adentro» y «afuera» son dos conceptos complementarios y palabras estrechamente relacionadas. La distinción entre ambos es sólo aparente, una simplificación lingüística que me ayuda a diferenciar el mundo exterior de mi mundo interior.

Esta división es sólo una ilusión: adentro y afuera se influyen mutuamente formando una única realidad, una realidad que puedo explorar a través de dos perspectivas diferentes y complementarias. Interior y exterior son puntos de partida para descubrir una unidad más profunda, una invitación a mirar más allá de las apariencias y comprender lo que realmente quiero.

La apertura y la curiosidad hacia el mundo exterior pueden enriquecer mi vida interior y, al mismo tiempo, pueden empobrecerla, pueden distraerme de mis auténticas intenciones y deseos.

El conocimiento de mi mundo interior puede ayudarme a actuar de forma más consciente en la realidad en la que vivo, puede guiarme para mantenerme fiel a mis sueños y valores y para tomar decisiones en mi vida cotidiana que reflejen mis sentimientos internos.

¿Qué quiero para mí?                   

De mí depende elegir lo que quiero valorar en mis mundos, interior y exterior, que sólo son aparentemente distantes y diferentes.

Tú también, como yo, tienes un mundo interior lleno de potencialidades y de diferentes alternativas que puedes elegir, cultivar y reforzar. También tienes una experiencia exterior llena de estímulos diferentes que puedes elegir, alimentar o ignorar y puedes vivir tus sueños inspirado y apoyado por los demás.

Tanto tú como yo somos las protagonistas de nuestra propria historia, de nosotros depende elegir lo que queremos para nuestro futuro y crear esa realidad valorando el interior y el exterior.

Interior y exterior no son distantes ni opuestos, de hecho «Como es adentro es afuera», pero este punto merece ser explorado en otro artículo.